Escrituras fronterizas. Desafíos culturales en las márgenes de lo literario

2021-10-11

El debate entre el quehacer literario y el modo de conocimiento de las ciencias humanas (especialmente la sociología), iniciado con claridad a fines del siglo XIX, permanece vivo si pensamos en las proximidades, semejanzas y diferencias entre uno y otro. Si en un primer momento las ciencias humanas vacilaban entre una orientación cientificista, dispuesta a buscar modelos en las ciencias naturales, y una actitud hermenéutica que la acercaba a los estudios literarios, a partir de la década de los 80, desde la antropología, especialmente la norteamericana, se buscó deliberadamente la teoría literaria como fuente de interlocución para reflexionar sobre los textos etnográficos. Se estableció así un diálogo entre la experiencia etnográfica y las narrativas que pretenden analizar e interpretar los “hechos”.

En sentido opuesto, críticos y escritores se dispusieron a realizar tareas de observación y participación propias del trabajo de campo en investigación social, donde la teoría y la práctica se imbrican en el quehacer artístico, con precedentes reseñables como el surrealismo disidente del movimiento negro. Tal abordaje, al sobreponer, intercalar o contraponer esas prácticas, tiene implicaciones éticas y políticas cruciales, pues incide directamente en la política de las representaciones de la alteridad, además de implicaciones teóricas y metodológicas, puesto que desafía las concepciones convencionales que separan textos etnográficos de literarios, etc.

En esos movimientos de aproximación, la literatura comparada rebasó las fronteras de su canon, abriéndose a géneros y productos escritos no ficcionales que pasaron a interesar en tanto que representaciones de la diversidad de la vida social. En un primer momento, el foco de la investigación se restringía a la mera recepción de impresos y manuscritos, sin embargo los historiadores culturales y otros científicos sociales comenzaron a valorar el potencial de la producción escrita de las clases populares. La “escritura popular”, casi siempre autobiográfica, se reveló como un objeto importante para la investigación social, y en este giro las contribuciones de la literatura comparada se hicieron imprescindibles para interpretar esos nuevos objetos.

Consideramos que los problemas empíricos que atañen a esos discursos, no solamente escritos sino también orales, pero en todo caso marginados u olvidados por las instituciones, pueden ser mejor abordados en esa zona de frontera entre los estudios literarios y los antropológicos. Serán bien recibidos en este dossier trabajos sobre las situaciones en las que aquellos discursos son producidos, cómo son desigualmente construidos por diferentes grupos sociales en contextos diversos, y cómo podemos comprenderlos en relación con esos contextos. Pretendemos, asimismo, acoger artículos que fortalezcan el debate sobre la comprensión de los usos de las escrituras fronterizas, desde las bases teóricas que comparten la literatura comparada y las ciencias sociales.